Cuando nos ponemos a analizar las distintas ramas de actividad y unidades de negocios que posee Google -aquella empresita que había comenzado en la universidad, ¿recuerda?- no podemos evitar sentir cierta inquietud, sobre todo cuando nos damos cuenta de cuántas actividades que realizamos diariamente están relacionadas con el Gigante de Mountain View. Desde informarnos, buscar entretenimiento, mandar un mail, o planear nuestro próximo viaje, prácticamente no hay actividad humana que en un punto no toque a este motor de búsquedas.
Recientemente pidió autorización a las autoridades norteamericanas para convertirse en proveedor de energía eléctrica. La idea, según expresaron sus directivos, es lograr el autoabastecimiento, y vender el excedente en el mercado a mediano plazo. Pero esto no es todo. Ahora va por el cerrado y regulado mercado de las telecomunicaciones.
Google Voice
A partir de 2008, comenzó a mostrar interés en adquirir las licencias para ciertas frecuencias de ondas de radio, como las que utiliza Verizon para proveer su servicio de telefonía celular. En 2007, adquirió una ignota compañía de desarrollos en telecomunicaciones: GrandCentral, con la sola intención de que desarrolle el servicio que hoy lanza por invitación exclusiva: el Google Voice.
El Voice ha sido definido como el servicio de número telefónico universal que el resto de las telcom tendría que haber ofrecido hace mucho tiempo. Pensemos por un instante. La mayoría de las personas tienen al menos tres números telefónicos: el de su casa, el de su celular y el del trabajo. Muchas veces, una misma persona tiene dos celulares por cuestiones laborales, o, si su labor se desarrolla en diferentes locaciones, más de un teléfono laboral, sumando una línea dedicada exclusivamente al fax. En suma, son muchos números telefónicos para un solo individuo. Con Google Voice, todos esos números se verán reducidos a uno solo.
Imagine un teléfono inteligente, que distingue si lo llama un familiar, o una persona a quien usted no quiere atender. El primer llamado sonará, el segundo irá directamente a su correo de voz.
Vayamos un paso más allá. Quiere levantar sus mensajes de voz, que al término del día pueden ser muchos. No se preocupe, Google le mandará por mail los mensajes que usted reciba, es decir, la transcripción escrita de los mismos.
El servicio no deja de ser telefonía VOIP (voice over IP), es decir, no se trata de un nuevo circuito o tendido de cables, sino que es un conjunto de tecnologías que permiten transmitir voz a través de la internet. Pero, parte del circuito pasa por el tendido de líneas telefónicas terrestres. En consecuencia, las telefónicas están nerviosas, por la nueva competencia, y el gobierno no sabe muy bien cómo regular este servicio “híbrido”.
Esta nueva unidad de negocios, sumada al Nexus, el primer celular de fabricación “made in google”, más toda la tecnología que ha acompañado a este lanzamiento (el sistema operativo para móviles Android, el servicio de mapas para GPS gratuito que ofrece a través de Google Maps, y demás) nos muestra en qué dirección van los movimientos de este gigante, y cómo, aunque en rigor de verdad todavía no ve grandes ganancias de estas operaciones (9 de cada 10 dólares que le ingresan a Google son en concepto de publicidad en Internet), marcan tendencia, una tendencia que tendremos que seguir bien de cerca, porque están haciendo el futuro de la internet.
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